UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA
SISTEMA DE UNIVERSIDAD ABIERTA Y EDUCACIÓN A DISTANCIA
LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA
EL PROCESO TERAPÉUTICO EN LA APROXIMACIÓN COGNITIVO CONDUCTUAL
PSICOLOGÍA TEÓRICA III
Tutor: Lic. Cristina González Méndez
Grupo. 9812
EQUIPO:
Rosa Ivette Cedillo
Cynthia Alejandra Mejía Sala
MAYO 2015
EVALUACIÓN CONDUCTUAL
La evaluación conductual surge como un modelo que ayuda a formular y evaluar planes de intervención para los pacientes. Con el fin de establecer una estrategia para modificar el ambiente y el comportamiento del mismo de manera eficiente.
Su objetivo es conocer y cuantificar la conducta del paciente; evaluar las relaciones entre acciones conductuales, fisiológicas o cognitivas, y las situaciones de la vida.
Así también como la obtención de datos que ofrezcan respuestas a la cuestión práctica y situacional que se pueda modificar y especificar, para el bienestar del cliente. Obtención de interacciones del cliente en situaciones reales.
En la investigación del funcionamiento de los clientes para terapia, los terapeutas, profesoras y otros se ha demostrado que la manera que en una persona sentirá, pensará o se comportará, requiere de características individuales y naturales de la situación en la que se encuentra.
La categoría conductual se definirá operacionalmente.
Los terapeutas conductuales en su método de análisis funcional incluyen variables organísmicas (físicas, fisiológicas o cognoscitivas del individuo) para conceptuar los problemas del cliente como para el tratamiento final.
La terapia cognitiva conductual pretende modificar los sentimientos y las acciones a través de la intervención sobre los procesos cognitivos,
Se realiza una reconstrucción de las estructuras cognitivas del paciente y de sus teoría causales, es decir que el paciente tome conciencia de sus declaraciones como “Teorías”, para el cambio comportamental y emocional, mediante el cuestionamiento lógico, la crítica permanente y la confrontación de interpretaciones erróneas de la realidad.
IDENTIFICACIÓN DEL FENÓMENO DE ESTUDIO
Las cogniciones y el pensamiento del cliente representa un papel importante en la conducta, siendo el rasgo central de la evaluación cognitivo conductual (Brewin, 1988). Se realiza un análisis funcional de los procesos de pensamiento del cliente, para planificar una estrategia de intervención. Con estrategias cognoscitivas para determinar las cogniciones o falta de ellas, ayudan o interfieren con el desempeño adecuado y bajo qué condiciones sucede. Se instruye al paciente de métodos y procedimientos para la evaluación del funcionamiento cognoscitivo.
IDENTIFICACIÓN DE LA ESTRATEGIA METODOLÓGICA
La entrevista consiste en identificar las conductas problema específico, los factores situaciones que mantiene la conducta problema y las consecuencias que son resultado de esta conducta. Se emplean una variedad de métodos observacionales durante el proceso de evaluación, los cuales implican observación directa de la conducta. Existen diversas técnicas evaluativas para analizar los pensamientos internos, los Autoinformes y técnicas de Autoregistro. Así también existe la observación controlada, con frecuencia los ambientes naturales colocan a los clínicos a merced de eventos que en ocasiones pueden obstaculizar las oportunidades de una evaluación cuidadosa y objetiva, es por eso que la observación se lleva a cabo en situaciones controladas. También esta el Automonitoreo, en el cual los individuos observan y registras sus propias conductas, pensamientos y emociones (Ciminero, Clhoun y Adatas, 1986; Mahoney, 1977ª).
EL PROCESO DE LA EVALUACIÓN CONDUCTUAL
Evaluación conductual (Behavioral assessment): es el estudio y evaluación sistemáticos de la conducta de un individuo mediante el uso de una gran variedad de técnicas que incluyen la observación directa, entrevistas y autosupervisión. Este procedimiento se denomina diagnostico conductual cuando se utiliza para identificar patrones indicadores de trastornos y es esencial para decidir sobre el uso de intervenciones conductuales o cognitivo-conductuales específicas (tr. Nuñez & Ortiz, 2010).
De acuerdo a (Godoy, 1993) El proceso de evaluación conductual se presenta en tres fases principales:
Las fases de proceso de evaluación conductual:
1. Análisis del motivo de consulta; importante conocer el porqué el sujeto acude a consulta.
2. Establecimiento de las metas últimas de tratamiento Rosen y Proctor (1981) diferenciaron los resultados finales (metas últimas) goals y los resultados intermediarios del tratamiento
3. Variables concretas de la conducta sobre las que se enfoca el tratamiento, los objetivos últimos son los efectos que deben producir las conductas cambiadas durante el tratamiento.
4. Análisis de las conductas problema; hacen referencia a la traducción, en términos conductuales operacionales.
5. El estudio de los objetivos terapéuticos; son conductas metas o conductas objetivos que se dirige o centra la intervención terapéutica.
6. La elección de las conductas metas; Nelson y Hayes (1986) señalan algunas consideraciones:
a. Deben cambiarse los comportamientos que son: física, social o
económicamente peligrosos para el sujeto o para los que le rodean.
b. Una conducta es anormal y debe modificarse si es aversiva para
el propio sujeto o para otros.
c. Se debe cambiar una determinada conducta si así se flexibiliza el
repertorio de conductas del sujeto, de tal forma que se aumente
el bienestar individual y social a largo plazo.
d. La conducta a implantar en lugar de la conducta problema debe
establecerse en términos positivos y constructivos en lugar de la
visión supresora o negativa.
e. Se elegirán para su modificación aquellas conductas que el contexto
continuará manteniendo. Por contexto se entiende no sólo el entorno
físico y social sino también el sistema de valores y creencias.
f. Sólo se considerarán conductas objetivo aquellas que son susceptibles
de ser tratadas.
7. La prioridad en las conductas objetivo; debe modificar:
a. La conducta que resulte más molesta para el paciente.
b. La más fácil de modificar: los resultados rápidos motivan al paciente y
los llevarán a esforzarse y colaborar.
c. La conducta que produzca la máxima generalización de los efectos
terapéuticos.
d. La primera conducta de la cadena.
8. Criterios directrices para la elección del tratamiento adecuado; Nelson (1984) y Nelson y Hayes (1986) han propuesto:
a. El análisis funcional (relación E-R). Constituye la estrategia clásica en
terapia de conducta para unir evaluación y tratamiento. Pretende descubrir
las relaciones estímulo- respuesta.
b. La estrategia de la conducta clave (relación R-R). Parte del supuesto de
que los trastornos conductuales están constituidos por clases
de conductas que se interrelacionan en los tres sistemas de respuestas:
motor, cognitivo y fisiológico (Evans, 1985; Kazdin, 1985).
c. La estrategia (Evans, 1986) sería cambiar una conducta para que ésta
cambie otra y así sucesivamente. Pretende descubrir las relaciones respuesta-respuesta.
d. La estrategia diagnóstica: determinado el diagnostico, se elegirá el
tratamiento que se encuentre más efectivo para ese tipo de trastorno.
e. La estrategia de la guía teórica: enfrentados con las quejas y demandas
del paciente, el terapeuta recurre al arsenal de teorías y conocimientos
científicos existentes en busca de un sistema conceptual que verse con la
región de fenómenos con que se encuentra, de tal forma que le sea
posible descubrirlos con precisión y encontrar estrategias de actuación
para pasar de un estado A a un estado B.
9. Evaluación de los resultados del tratamiento: Valoración sistemática de los resultados de las intervenciones psicológicas (Hayes y Nelson, 1986; Nelson y Hayes 1986 b) Permite apreciar el grado con el que se han alcanzado las metas últimas del tratamiento, y si el tratamiento puede considerarse como un éxito, en qué medida lo es y con respecto a qué criterios de los utilizados (valoración normativa).
10. Valoración de las metas últimas del tratamiento
a. Valoración de los resultados del tratamiento respecto a la línea base
(registro de las tasas de la conducta problemática previo a una intervención
planificada).
b. Valoración de los resultados de la intervención por comparación con las
metas últimas del tratamiento.
c. Seguimiento.
La generalización y el mantenimiento de los efectos del tratamiento.
Las técnicas y los procedimientos surgidos de los principios del aprendizaje han mostrado su potencial para modificar la conducta humana.
Pero ha sido criticado frecuentemente en relación al mantenimiento de los efectos del tratamiento a lo largo del tiempo y la generalización de los efectos a lugares diferentes a aquellos en los que se ha desarrollado el tratamiento.
Existen distinciones entre la generalización y el mantenimiento, también entre la generalización del estímulo y la generalización de la respuesta. En la práctica real, la generalización del estímulo, la generalización de la respuesta y el mantenimiento constituyen los resultados deseados en la mayoría de los programas de tratamiento. Los pacientes llevan a cabo variaciones apropiadas de las conductas que han adquirido (generalización de la respuesta) como adecuadas a las demandas únicas de las distintas situaciones en las que se desenvuelven (generalización del estímulo), después de la terminación del tratamiento (mantenimiento).
Stokes y Baer (1977) identificaron 9 estrategias para mejorar la generalización:
Entrenar y esperar.- En esta estrategia se comprueba el mantenimiento y la generalización, naturales o espontáneos, de los efectos del tratamiento, pero no se emplean procedimientos especiales para fomentar su ocurrencia.
Según Baer y Wolf, (1970) Gran parte de la generalización y mantenimiento observados bajo las condiciones de “Entrenar y Esperar” puede atribuirse a la “trampa conductual”.
Se dice que la conducta se encuentra atrapada cuando, una vez que se ha emitido, obtiene reforzamientos naturales tan consistentes y tan potentes, que se convierte en un poderoso componente del repertorio conductual del paciente.
El conseguir el apoyo de las personas significativas del ambiente, puede ser una ayuda válida para la programación de la generalización y el mantenimiento. Una segunda explicación de la generalización y mantenimiento natural de algunas conductas, es que, una vez adquiridas, las conductas mismas son directamente o intrínsecamente reforzantes.
Modificación secuencial.- En esta estrategia los procedimientos de tratamiento se repiten en las circunstancias o en los lugares en los que se tiene que dar la generalización, con el fin de extender los efectos de la intervención. Esta estrategia enfatiza la generalización del estímulo.
Programar estímulos comunes.- Esta estrategia se basa en el control de estímulos. Los estímulos más importantes están presentes en los lugares de entrenamiento y en los de generalización. Lo que se espera es que los estímulos comunes establezcan la ocasión para la misma conducta en ambos tipos de lugares.
Generalización mediada.- Implica el enseñar una conducta mediadora designada para aumentar la probabilidad de que los pacientes pongan en práctica la conducta que es el centro del tratamiento, en la variedad de situaciones en que se requiere dicha conducta. Las estrategias mediacionales son un componente importante de los procedimientos de autocontrol.
Entrenamiento en generalización.- Consiste en el entrenamiento directo de la generalización del estímulo. Se trata de que una vez aprendido un ejemplo de un principio general, a que consideren otros ejemplos como la misma cosa y que requieren la misma respuesta.
Entrenar muestras suficientes.- Implica el enseñar tantos ejemplos de una clase de respuesta como sean necesarios para que ocurran otros ejemplos no entrenados de dicha clase de respuesta.
Entrenar de forma no estructurada.- Se logra programando variaciones en las situaciones o circunstancias a las que tiene que responder el paciente y alentando la variabilidad dentro de límites aceptables. Se ha empleado más para fomentar la generalización de la respuesta, pero también puede ser eficaz para ayudar a la generalización del estímulo.
Introducción a las contingencias naturales de mantenimiento.- Esta estrategia parece tener un efecto fundamental sobre el mantenimiento de los efectos del tratamiento. En esta estrategia se tiene cuidado de asegurarse que la nueva conducta es apropiada para las contingencias de reforzamiento del ambiente natural del paciente, de modo que dicha conducta obtenga reforzamiento en ese ambiente. La conducta que obtiene un reforzamiento poderoso del ambiente natural es más probable que quede atrapada y sea mantenida en ese ambiente.
Contingencias no discriminables.- Consiste en hacer que las contingencias de reforzamiento, en las situaciones de entrenamiento y de generalización o mantenimiento, sean tan poco discriminables como se pueda lograr, con el fin de mantener la conducta. El ejemplo más conocido de esta estrategia es el programa de reforzamiento intermitente.
De acuerdo a la revisión de la literatura propone que han sido cinco los enfoques generales de la generalización y mantenimiento que han recibido la mayor atención de la comunidad conductual:
Atenuación de las consecuencias reforzantes.- Representa cambios graduales en el programa o en la manera en que se dispensan los reforzadores establecidos, de modo que las consecuencias naturales puedan logra el control de la conducta. Una elección es el cambiar gradualmente del reforzamiento continuo al reforzamiento intermitente y luego al no reforzamiento.
Entrenamiento de los agentes naturales de cambio.- Los agentes naturales de cambio son aquellas personas que pertenecen de forma natural y están de modo relativamente permanente en el lugar en el que tiene que ocurrir los cambios de conducta. Los profesores, los compañeros de clase, los padres, los esposos, los hermanos, los amigos y los supervisores en el trabajo son agentes de cambio potenciales para apoyar los procedimientos de tratamiento en el ambiente natural del paciente.
El empleo del control del estímulo.- Es una estrategia por la cual la presencia o ausencia de un estímulo particular o de un complejo de estímulos influye, de modo fiable, sobre si una respuesta o una clase determinada de respuestas tendrá lugar o no. La mayoría de estrategias de control de estímulos incluye ya sea la presencia de otras personas significativas, la presencia de ciertos objetos o estímulos tangibles y la colocación de señales visuales en lugares prominentes, como pueden ser carteles con información relevante o fotografías sobre las conductas de interés en lugares específicos.
Procedimientos de autocontrol.- Conjunto de procedimientos diseñados para permitir a los pacientes que controlen su propia conducta. Los mejores resultados de los procedimientos de autocontrol se obtienen cuando constituyen componentes de paquetes de tratamiento que también contienen procedimientos de cambios de conducta y contingencias de reforzamiento.
Rosenbaum y Drabman (1979) indican: enseñar a los pacientes alguna forma de auto observación, autoevaluación y autorregistro; arreglar la situación para el refuerzo de la conducta deseada; enseñar a los pacientes a auto instruirse y/o autorreforzarse para guiar su propia conducta; transferir gradualmente el control del reforzamiento a los pacientes y retirar gradualmente las contingencias artificiales cuando se ha demostrado el autocontrol.
Prevención de las recaídas.- Esto representa una extensión y una variación importantes de los procedimientos de autocontrol. La recaída constituye una crisis o un retroceso de los intentos del paciente para cambiar, o mantener los cambios de su conducta. La prevención de recaídas tiene una serie de componentes, como es la auto vigilancia que se emplea para identificar situaciones de alto riesgo en las que es probable la recaída. Gran parte del éxito del modelo de prevención de recaídas se atribuye a su fuerte énfasis en la enseñanza de habilidades de afrontamiento. También se enseñan a menudo procedimientos de manejo del estrés y de entrenamiento en relajación, con el fin de fomentar una sensación de autocontrol y de maximizar la probabilidad de que los pacientes sean capaces de utilizar sus habilidades de afrontamiento cuando se encuentren en peligro de ser desbordados por situaciones de alto riesgo.
Contiene también educación sobre los efectos inmediatos y demorados por adherirse o desviarse del programa de tratamiento. Pueden utilizarse contratos de recaídas con los pacientes. También se emplea frecuentemente la reestructuración cognitiva para contrarrestar las reacciones de fracaso, culpa e indefensión personal que se asocian típicamente a una recaída. En la fase final del programa de prevención de las recaídas, se emplea un procedimiento de recaídas programadas, en el que se pide al paciente que se desvíe del programa de tratamiento en un momento y lugar específicos designados por el terapeuta. Cuando es necesario, la recaída programada minimiza la posibilidad de que el paciente abandone el tratamiento.
REFERENCIAS:
Castro, L. y Ángel, G. (1998). Análisis de los trastornos psicológicos. En V. Caballo (dir). Manual de técnicas de terapia y modificación de conducta. Madrid: Siglo XXI
Godoy, J. (1993). El proceso de la evaluación conductual. En V. Caballo (dir). Manual de técnicas de terapia y modificación de conducta. Madrid: Siglo XXI.
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Kendall, P. y Norton-Ford, J. (1988). Evaluación conductual (cap. 10). Psicología Clinica: Perspectivas científicas y profesionales. México: Limusa.
Milán, M., & Mitchell, P. (1993). La generalización y el mantenimiento de los efectos del tratamiento. En V. Caballo (dir.) Manual de técnicas de terapia y modificación de conducta. Madrid: Siglo XXI.
Milán, M., & Mitchell, P. (1993). La generalización y el mantenimiento de los efectos del tratamiento. En V. Caballo (dir.) Manual de técnicas de terapia y modificación de conducta. Madrid: Siglo XXI.
Phares, J. (1999). Evaluación Conductual (cap. 9). Psicología clínica: conceptos, métodos y práctica. México: Manual Moderno.
tr. Nuñez, H. J., & Ortiz, S. M. (2010). APA Diccionario conciso de psicología. México: Manual Moderno
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